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Tres razones para entender por qué Mariano Arcioni no cumple

Por Analissa Del Real

Aunque el gobierno de Mariano Arcioni lo niegue como indica el manual del poder, el pago fuera de término de los sueldos a los empleados públicos se parece bastante al trístemente célebre pago escalonado de 2018.

Los votantes olvidaron aquel oscuro año con la ilusión de que el capitán de ese bote salvavidas los llevara a tierra firme y llegó el 2019, firme.

Al mes siguiente de ganar las PASO se prendieron las luces de alarma: el gobernador tuvo problemas para pagar sueldos en plena campaña. Pero no alarmaron a nadie.

Con la misma moneda

Como si estuviéramos en el lejano oeste, Mariano Arcioni va priorizando sueldos y reactivando un estado de frontera: primero la policía (el orden), luego los docentes (la paz social), el sistema de salud (la civilización) y así.

En una visión republicana for export, sus principales ministros ya aclararon que los giros (y los trabajadores) de los poderes Judicial y Legislativo van al fondo de las prioridades del Ejecutivo.

En Seros se incumplen contratos de servicios con médicos, bioquímicos y odontólogos, atentando irresponsablemente con la salud de menores y ancianos.

El gobierno perjura que es un sacudón financiero pasajero, pero parecen ser cíclicos. ¿Tendremos este sobresalto cada tres meses, cuando los vencimientos de deuda en dólares absorben las regalías?

Check in

En su artículo ¿Por qué, otra vez, no se pueden pagar los sueldos de los empleados públicos?, el periodista comodorense Raúl Figueroa señala que «los precios del crudo Escalante se liquidaron [en el mercado interno] en los primeros 5 meses de este año a un promedio casi 11% inferior al año pasado, con una diferencia negativa de 7 dólares por barril, por efecto de las retenciones».

Agrega que «la menor cotización del dólar desde abril en adelante, que ha perdido 8% de su valor entre junio y abril» afectó la liquidación de regalías, que Figueroa calcula «según un cálculo bastante conservador en 800 millones de pesos en el año».

Para el economista Facundo Ball el problema de la provincia no es el nivel de recaudación, sino el ritmo de crecimiento en el gasto.

El economista sostiene que tanto los ingresos por regalías, por coparticipación federal y por recaudación propia crecieron por encima del porcentaje promedio otorgado en las paritarias del sector público.  

Las regalías petroleras crecieron 5,9 millones de dólares en los primeros cinco meses de 2019, las Transferencias Automáticas de Nación -coparticipación- casi 350 millones de pesos en seis meses y la recaudación tributaria provincial cerca de $700 millones.

Pero según un informe del IERAL, ni los ingresos ni los gastos provinciales alcazan la inflación, producto de la recesión.

Check out

Todos coinciden en señalar el incremento del gasto público en general, y el pago de los servicio de deuda en particular, como el talón de aquiles de las finanzas provinciales.

Según Figueroa la masa salarial de Chubut «pasó desde 2.800 millones de pesos a más de 3.200 millones, lo que sumado al medio aguinaldo implicó un desembolso superior a 5.000 en julio».

Se acordaron «paritarias electoralizadas» que a poco de andar (y reelegir) no se pueden pagar en término. Los aumentos paritarios del 35% en promedio podrían llevar a que la masa salarial se duplique entre enero y diciembre.

Ball insiste en que solo en el primer trimestre de 2019 Chubut pagó $3.352 millones por servicios de deuda y que la ratio entre la deuda y los recursos tributarios provinciales es ya de 99,3%.

¿Un escribano sin firma?

El gobernador y sus ministros comenzaron a plantear la necesidad de refinanciar la deuda, algo en lo que insistió Carlos Linares toda su campaña. Los legisladores hacen gala de buena voluntad, pero nada está claro.

No solo por lo complejo de una ley que requiere una mayoría de dos tercios en  una Legislatura de transición, con el principal bloque de la oposición partido y el del oficialismo anarquizado, sino porque implica el control de montos, plazos, tasas y comisiones de agentes financieros.

Jerónimo García se encuentra en una situación de semi-retiro y no moverá un dedo por facilitar el trámite legislativo, salvo que le garanticen un futuro de considerables aportes para los próximos dos años.

Roddy Ingram está en abierta rebeldía por enterarse último que nunca iba a ser jefe de bloque del arcionismo 2019. Adrián López, que podría cumplir ese rol, no tiene las ganas o las fuerzas para hacerlo. ¿Quién hará ese papel?

La deuda externa provincial no es la única deuda del gobierno. Para horror de los republicanos, faltan nombrar jueces en el Superior Tribunal; un director y el mismísimo presidente en el Banco Chubut; y también resolver la permanente crisis de las cooperativas.

El gobierno de Mariano Arcioni sigue financiándose con los sueldos de los trabajadores, los aportes previsionales y de la obra social de los trabajadores activos y pasivos. 

Si la firma y la palabra de un escribano son sagradas ¿dónde está la palabra del reelecto Mariano Arcioni?

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